-
Los precios de la vivienda han caído más de un 45% en la Comunitat durante los 10 años de crisis
-
El metro cuadrado se ha desplomado, aunque los principales destinos turísticos y algunas zonas de Valencia y Alicante pierden menos valor
Los precios de la vivienda en el sector valenciano han ido bajando desde hace 10 años. Tras una intensa escalada de precios y producción, al término del primer trimestre de 2007 la burbuja alcanzaba su mayor nivel. A partir de ese punto empezó lo que algunos nombraron «desaceleración».
Durante esta década, el precio medio del metro cuadrado en la Comunitat Valenciana ha caído un 45% hasta situarse en los 1.165 euros, según las cifras que recoge un informe del portal inmobiliario Idealista que ha elaborado con datos propios de sus operaciones y cálculos oficiales.
Esta cifra sale después de tener en cuenta los metros cuadrados de cada provincia, donde el precio varía de forma significativa. Alicante es la que más oferta de metros tiene y su precio se impone al de las otras dos, que aportan menos al cómputo.
En Castellón es donde la caída ha sido mayor. Se ha pasado de uno de los precios de venta más altos, al más bajo. Así se pasa de 2.432 euros el metro en 2007 a 1.014 en el primer trimestre del año.
Por contra la mayor moderación se produce en Alicante, donde la oferta es más extensa y sube la media de forma muy significativa en la autonomía. En esa provincias se ha pasada de un precio de 2.067 euros a 1.228 en los últimos diez años.
Valencia ha quedado en un movimiento medio, pasando de 2.078,3 euros a 1.141 euros, después de experimentar un descenso del 45,1%. Sin embargo, estas medias no pasan de ser cálculos de escenarios muy distintos, por lo que se obtiene una imagen más real cuando menor es la zona que se analiza.
Valencia ciudad experimenta una caída del 46%, bajando de 2.849 euros a 1.538 euros. Menor es la depreciación de Alicante, que rebaja sus precios un 39,8% desde 2.052 euros a 1.234 euros este año. La más afectada es Castellón. Se ha producido una rebaja del 56,5%, cayendo de los 2.180 euros a los 947.
El impacto turístico
Los municipios costeros de Alicante han sufrido caídas de casi un tercio, están por debajo de los de Valencia. Los que más caída han sufrido han sido los de Castellón, especialmente en los municipios que no tienen asentado un nombre en el panorama turísticos, hundiendo la media provincial. Peñíscola, cae un 37,6% en diez años y en Benicàssim, el descenso es del 43,3%, un dato mejor que la media.
Xàbia es una de las plazas que menos euros se ha dejado en el recorte, aunque éste ha sido de 28%. La localidad ha pasado de vender el metro cuadrado por 2.394 euros en 2007 a unos 1.700 euros hoy. También ofrece un impacto bajo Denia, que cae un 32,6%; y Benidorm, con un 35,1% menos.
Las principales plazas turísticas de la provincia de Valencia salen peor paradas que la media estadística autonómica. Cullera se devalúa un 44% hasta los 1.342 euros y Gandia se sitúa en 968 euros, después de perder un 49% del precio del metro cuadrado, comparando los preciso registrados hace diez años y los actuales.
El jefe de estudios de idealista, señala que hay productos inmobiliarios que están subiendo de precio en determinadas zonas donde ha habido una mayor creación de empleo y en los que existe un interés de los inversores. Sin embargo, advierte que, en buena parte de España, «los precios de compra y de alquiler continúan bajando».
Niega que se esté a las puertas de una nueva burbuja, como advierten algunos analistas. «No hay punto de comparación con lo que vivimos entonces. Los precios están por debajo de lo que estaban hace una década, y en alguno de los mercados esa diferencia sigue incrementándose».
Para el analista, «si de algo sirvió todo ese tortuoso proceso por el que hemos pasado ha sido para cambiar en algo la mentalidad de los españoles y romper definitivamente con los tres grandes mantras que durante décadas rigieron el mercado inmobiliario: la vivienda nunca baja, nunca venderé por debajo de lo que compré y alquilar es tirar el dinero», opina Encinar, aunque los dos primeros aspectos se ven confirmados por los datos y el tercero deberá ratificarse tras la normalización del mercado inmobiliario y crediticio español.
(fuente www.lasprovincias.es)